Seguimos insistiendo y apostando a una institucionalización de los feminismos. Que sea permanente y constante. Logramos las licencias por comaternidad y/o copaternidad; logramos el uso de lactarios y el ejercicio de la lactancia para hombres y mujeres.
Luchamos también contra una de las problemáticas más graves y silenciosas del Poder Judicial, que esclaviza no sólo la vida laboral, sino la personal de muchos y muchas de nuestros/as compañeros/as: el maltrato laboral. En este marco, nos propusimos encarar una batalla constante para erradicarlo de modo definitivo del Poder Judicial. Pero esto no lo vamos conseguir de manera individual, sino colectivamente. Por eso es necesaria la participación y la fusión y solidaridad de todos y todas los/las judiciales.
Las puertas de esta Comisión están abiertas para que juntos/as encontremos mecanismos, propuestas y proyectos para seguir avanzando en la construcción de un Poder Judicial en este sentido.